Se habla mucho últimamente del poder de las herramientas de marketing digital y su efectividad a la hora de potenciar el crecimiento de aquellos que las aplican de manera inteligente. Los ejemplos abundan: desde la creación de campañas de email directo, pasando por métodos de SEO para lograr mayor visibilidad combinados con landing pages cuidadosamente diseñadas, hasta la adopción de técnicas de manejo de redes sociales.
Como es sabido, todos estos métodos tienen propiedades únicas que les dan ventajas indiscutibles dependiendo del uso que se les dé. Sin embargo, requieren de la creación constante de contenido meticulosamente concebido para generar interés acerca de nuestros productos y servicios.
Una de las técnicas de marketing de mayor crecimiento en los últimos años es el uso de infografías. Hoy estamos muy familiarizados con el impacto que causa el hecho de poder observar datos de forma gráfica. Por ejemplo, muchas de nuestras apps financieras o de salud generan gráficos personalizados que nos muestran qué tan efectivas son nuestras rutinas de ahorro o cuántas calorías hemos sido capaces de quemar durante el último mes.
Por otro lado, casi todos los medios de comunicación publican tablas comparativas para representar resultados electorales, cómo ha cambiado la composición sociocultural de nuestro país en los últimos 20 años, o los efectos del cambio climático en todo el globo.
La adopción universal del Big Data como manera de explicar el mundo en que vivimos introdujo la necesidad de presentarlos de manera que todos pudiésemos tener acceso instantáneo a ellos a través de infografías. Y estas, a su vez, se han convertido en la herramienta principal de aquellos que desean influir en las decisiones de sus audiencias de manera científica.
En este artículo definiremos qué constituye una infografía, cuál es su importancia como herramienta de marketing, cuáles son los elementos que debe contener una infografía efectiva, y 7 ejemplos de infografías.
Existen muchas maneras de presentar información importante a nuestras audiencias. Si bien, algunos nos sentimos a gusto leyendo datos y estadísticas, muchas veces es útil contrastarlos con otra información relevante de manera visual. Esto permite comprender de mejor manera cómo estos datos impactan a otros factores que de otra manera no hubiésemos relacionado.
Una infografía es una presentación gráfica de datos e información de una manera estimulante y que sea fácil de absorber.
Las infografías presentan contenido que probablemente tomaría varios folios en su forma textual, y lo transforman en poderosas imágenes que establecen relaciones implícitas con marcos de referencias comunes.
En otras palabras, las infografías utilizan elementos que resultan familiares para la audiencia combinados con información relevante. De esta manera, algo que puede ser complicado y aburrido, pasa a ser absorbido instantáneamente por nuestra audiencia sin necesidad de largas lecturas.
Esto da a las infografías un poder de viralización al ser fácilmente compartidas en redes sociales y correos electrónicos. Incluso, pueden ser impresas y ser usadas como parte de la imagen corporativa de una organización. Con los años, incluso los gobiernos han hecho uso de infografías como motor de campañas de concientización de la ciudadanía debido a la facilidad de comunicar mensajes a toda la comunidad de manera eficiente y participativa.
Para evaluar la importancia de las infografías, es necesario comprender la manera en que nuestros cerebros procesan la información.
La parte analítica de nuestros cerebros nos ayuda a comprender números y cantidades, pero lo hace de manera abstracta que toma tiempo procesar y sólo produce cifras y dígitos desconectados de la realidad.
Las infografías utilizan los datos para hablarle a nuestra parte creativa del cerebro. Esa es la parte que procesa las imágenes, nos da sentido de la proporción, y nos permite estimar jerarquías y prioridades. Es decir, las infografías básicamente crean un canal directo desde nuestro centro de pensamiento crítico hasta aquel que domina nuestras emociones.
Por otro lado, las infografías le hablan directamente a nuestros ojos. La mayoría de las personas sólo recuerdan un 20% de lo que leen, mientras que retienen el 80% de lo que pueden percibir de manera visual. Esto tiene mucho que ver con el hecho de que más del 90% de la comunicación humana se hace de forma no verbal ya que nuestros cerebros procesan la información visual unas 60.000 veces más rápido que la textual.
Como vemos, las infografías tienen un poder persuasivo superior que no se basa en retórica sino en el uso de datos que pueden ser procesados de manera instantánea por sus lectores. Esto las hace una herramienta de marketing extremadamente poderosa. Sin embargo, no cualquiera puede hacer una infografía eficaz. Veamos qué debe contener una infografía para cumplir con sus objetivos.
Con el paso de los años, aquellos que hemos hecho seguimiento a las infografías que más éxito han tenido nos hemos dado cuenta que aquellas que se han hecho virales, o han tenido un mayor impacto, siempre han incluido ciertos elementos.
Si bien hay muchos tipos y estilos de infografías, casi todas cumplen con las siguientes pautas:
El problema que tiene el Big Data es que exige comprender datos en el vacío. Es decir, los números fríos y diagramas con información objetiva nunca parecen relacionarse con nada de lo que sucede en la vida real.
Una infografía efectiva es aquella que comienza con la construcción de una narrativa con la cual la audiencia pueda sentirse identificada, o que al menos sea capaz de relacionar con situaciones cotidianas.
De esta manera, se ve claramente cómo los datos y estadísticas tienen un impacto en sus vidas o en la manera en que se desarrolla la historia que queremos contar.
Una vez que logramos que el lector se embarque en nuestro relato, debemos dirigir su atención a través de un camino predeterminado. Muchas infografías cometen el error de ofrecer datos de manera “libre”. Si bien, la idea de ofrecer al lector la libertad de absorber la información como mejor le parezca puede sonar interesante, la realidad es que las mejores infografías son aquellas que conducen su atención de manera lógica.
Al comenzar con ciertas premisas que se van sucediendo lógicamente, las infografías eficaces dan al lector una sensación de expectativa que irá en aumento hasta llegar a una conclusión satisfactoria. Este esquema ha sido explotado en la literatura por décadas, sobre todo en géneros como la novela detectivesca, y los videojuegos RPG y aventuras gráficas.
La direccionalidad puede darse por medio de pistas visuales como flechas, colores, figuras geométricas, o secuencias que permitan al lector seguir la infografía intuitivamente y de manera secuencial. Esto no sólo hace cautivadoras a ciertas infografías, sino que también guían la vista hacia la llamada de acción, que es el fin de este instrumento de marketing.
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La mejor manera de vender un producto es creando una necesidad. Este legendario lema publicitario revela muchas verdades acerca del marketing. Pero la más importante es el concepto de reenfoque.
Una infografía permite proyectar un problema desde puntos de vista que probablemente no hayan pasado por la cabeza del lector. Cada producto o servicio puede ser adaptado para solucionar problemas que anteriormente no tenían solución. Un ejemplo de esto fue la internet, la cual fue inventada como una manera de compartir datos entre universidades, y hoy en día nos sirve como alternativa a ir al cine, o para evitar hacer filas para pagar por los servicios básicos del hogar.
La data que proporcionamos en nuestras infografías debe dar a nuestra audiencia nuevas ideas sobre cómo aprovechar el potencial de los servicios que ofrecemos para su propio beneficio y, sobre todo, tener valor práctico.
Si bien muchas infografías ofrecen amplia documentación y riqueza en datos, las mejores son creadas con un objetivo claro en mente: un llamado de acción.
No sirve de nada mostrar todas las estadísticas disponibles en la internet en una infografía si no damos al lector una manera de continuar interactuando con nosotros. Si el lector no es guiado hacia una acción concreta, ésta no tendrá valor alguno en términos de marketing.
Las infografías exitosas tienden a ser concisas en la manera de presentar la información, y proveer a la audiencia una manera de aprender más, colaborar con una causa, o aplicar soluciones puntuales a algún aspecto de sus vidas cotidianas o laborales.
Proveer soluciones u ofrecer pasos adicionales para la consecución de objetivos concretos es la mejor manera de garantizar conversiones y fomentar la viralización de tu infografía.
Hay muchos tipos de infografías, y algunas combinan elementos increíblemente disímiles de manera eficiente. Así que dar ejemplos de infografías concretas para cada categoría puede ser una tarea imposible. Sin embargo, intentaremos dar algunos tipos de infografías comunes que pueden darte una idea para tu próxima campaña de marketing.
Las infografías son herramientas increíblemente efectivas a la hora de establecer narrativas. Presentar la evolución de un producto u organización de manera visual permite a la audiencia visualizar los hitos más importantes y sus efectos. Las cronologías han servido para hacer que las audiencias logren ver sus preferencias pasadas reflejadas en la identidad de muchas marcas, o sentirse parte del progreso natural de tendencias globales. Es un ejemplo de infografía efectiva para organizaciones y productos con fuertes arraigos históricos con su entorno.
Son infografías que presentan data dura de manera accionable. Los datos pueden ser presentados de múltiples maneras; gráficos de barra, diagramas de Venn, gráficos de torta, entre otros. Se debe elegir el método que mejor represente los datos relevantes para la audiencia, y combinarlos con elementos estéticos que ayuden a encuadrar la información dentro de un marco de referencia adecuado. Una infografía en una campaña de marketing dentro del campo de la tecnología se verá beneficiada por el uso de imágenes relacionadas con ordenadores y smartphones, mientras que una campaña para automóviles girará alrededor de elementos del mundo automotor.
Estas infografías deconstruyen objetos para explicar mejor cada componente de manera clara. Si tu audiencia necesita conocer a fondo las partes de un producto, este ejemplo de infografía te permite destacar los elementos más importantes y sus ventajas.
En la misma vena que las infografías de anatomía, las infografías de procesos sirven para ofrecer una mirada al interior de un servicio. Sin embargo, estas infografías deben seguir un orden lógico y, a veces, cronológico, para dar al lector direccionalidad. También son usadas para explicar cómo usar un producto, u ofrecer instrucciones de manera fácil e intuitiva.
A los consumidores les gusta poder hacer comparaciones lado a lado de sus productos o servicios favoritos. El uso de infografías comparativas permite presentar de manera visual las ventajas y desventajas de dos o más alternativas, poniendo a trabajar la percepción proporcional del lector y permitiendo una toma de decisión más rápida e informada. Este ejemplo de infografía también hace uso de datos visuales para dar objetividad a las comparaciones.
Al momento de presentar contenido accionable, es mejor hacerlo de manera que el lector pueda leer por encima y localizar lo que le interese en la menor cantidad de tiempo. Las listas “Top” encabezan esta categoría en términos de popularidad. Sin embargo hay muchos otros tipos como listas de ventajas, curiosidades, misterios, posibles usos para un productos, y muchos más. Es un ejemplo de infografía muy utilizado para generar interés.
Este tipo de infografía muestra información relevante a una localidad específica. Puede cubrir casi cualquier extensión geográfica: global, nacional, o incluso vecinal. El uso de colores, íconos, y data visual, permite establecer relaciones o comparaciones entre regiones en el uso de productos, tecnología o cobertura de servicios. Son también muy usados para elaborar proyecciones estratégicas basadas en preferencias locales, sirviendo de base para acciones de marketing, o para mostrar el grado de adopción de tus servicios.
Recuerda: si algo no funciona, modifícalo y vuelve a probar. Sin lugar a dudas, el marketing de Big Data puede ser lo que necesitas para llevar a tu empresa al próximo nivel. ¿A qué esperas para crear tu cuenta de Bitrix24?