Los objetivos de un proyecto son, por lo general, el punto de enfoque en el proceso de planificación. Pero, ¿qué sucede con el capital humano que aportará su conocimiento y habilidades para alcanzar estas metas? La gestión de equipos requiere de balance y coordinación que, combinados a otros aspectos, promoverán un alto rendimiento.
En este sentido, un líder de equipo debe considerar al recurso humano de forma integral, tomando en cuenta sus talentos y fortalezas, pero también sus debilidades. La gestión de equipos eficaces pasa por identificar y reconocer los elementos presentes en cada individuo. Saber cómo manejar e integrar estos factores en un grupo de trabajo, evitará inconvenientes que impacten el producto o servicio presentado al cliente.
Entonces, ¿cuáles son los principales errores que se cometen en la gestión de equipos de trabajo?
Uno de los aspectos más recurrentes es la desconfianza entre los profesionales que conforman un equipo de trabajo, e incluso hacia el líder. No creer en las capacidades y nivel de responsabilidad de otros integrantes genera inseguridades y expectativa. Esto desvía la atención del talento, cuestionando las acciones de los demás.
El impacto de la falta de confianza es aún mayor cuando se refiere al líder. Esta es la figura principal encargada de la gestión de equipos y será quien dicte las normas y el camino a seguir. Si el equipo cuestiona sus decisiones, será difícil llegar a un resultado en conjunto que satisfaga el requerimiento.
Si en un equipo de fútbol, todos los jugadores quieren tener el balón y marcar el gol, pasan a competir entre sí e incluso, en ocasiones, a ser obstáculo para sus compañeros. Un profesional integral tiene la capacidad de anteponer los objetivos del conjunto por encima de su ego. Asimismo, un líder debe poder reconocer y manejar estos aspectos individuales que pueden retrasar la obtención de resultados.
La gestión eficaz del trabajo en equipo implica establecer logros grupales, más que individuales, para garantizar eficiencia. Un error común de liderazgo es enfocarse en la gestión de personas como islas; la unión hace la fuerza. Si el equipo fue construido con el enfoque correcto, cada miembro juega un rol fundamental, pero es la fusión de todas las habilidades lo que guiará al resultado esperado.
Una comunicación fluida permitirá, a todos los profesionales involucrados, tener acceso a la información que requieran en pro de aclarar dudas y avanzar. Pero, la gestión de equipos eficaces implica también saber escuchar. Fomentar la comunicación efectiva no sólo a través del líder, sino entre miembros del equipo, aporta a la fluidez del trabajo.
En este sentido, la implementación de laplataforma de colaboración gratuita de Bitrix24, simplifica la gestión de equipos eficaces, mediante el uso de herramientas de comunicación y administración de grupos de trabajo.
En muchas ocasiones, menos es más. Para la gestión eficaz del trabajo en equipo, es necesario conformar grupos con el número de personas estrictamente necesario para ejecutar tareas. Por lo general, un número mayor a 10 personas en un equipo puede generar la formación de subgrupos fuera del control y supervisión del líder, lo que no necesariamente conducirá a buenos resultados.
El liderazgo y la gestión de equipos son dos elementos que van de la mano en la ejecución de un proyecto. Siempre será necesaria una figura que coordine y asigne las labores, basado en las competencias de los miembros del equipo. La figura de líder debe estar claramente establecida y contar con las competencias necesarias para conducir a todo el conjunto en la misma dirección.
Resulta sencillo asumir el mérito de un éxito, pero es más importante saber cómo manejar la situación cuando los resultados no son los deseados. Es aquí cuando destacan las aptitudes del líder para tomar las riendas de la situación.
La habilidad para transformar los desaciertos en aprendizaje puede marcar la diferencia en el desempeño del equipo, desde ese punto en adelante. Buscar culpables no resolverá la situación, por el contrario, puede generar reacciones negativas y aminorar la efectividad del individuo y del equipo.
La responsabilidad que genera asumir el liderazgo y la gestión de equipos para la ejecución de un proyecto puede llevar a centralizar todas las decisiones y acciones a tomar. Recordar que existe una relación de interdependencia, confiar en los profesionales que conforman el equipo y delegar labores, permitirá el avance conforme a lo programado.
Enfocarse sólo en la resolución de problemas, puede ocasionar una impresión errada al equipo, retrasando la toma de decisiones y alejando al líder de otras labores medulares.
Establecer un momento de encuentro siempre será necesario, y permitirá evaluar avances o corregir procesos para adecuarse a cambios de último minuto. Sin embargo, los objetivos siempre deben estar claros. ¿Cuál es el propósito de la reunión?, ¿quiénes deben estar presentes?, ¿cuánto tiempo se invertirá para que la reunión sea productiva?
Si al iniciar la reunión, alguna de las preguntas anteriores no tiene respuesta, existe un gran riesgo de que se pierda el foco y el tiempo. Esto forma parte de la gestión eficaz del trabajo en equipo, que recuerda el sentido de la importancia y seriedad del trabajo. El tiempo de todos es igual de valioso, en especial si se espera un alto rendimiento del equipo.
Un grupo de trabajo conformado adecuadamente, con responsabilidades bien definidas y una comunicación efectiva es un excelente punto de partida. Sin embargo, dar seguimiento al desempeño de las diferentes asignaciones, permite verificar si el rumbo pautado es el correcto. Además, detectar situaciones desfavorables a tiempo, ayuda a replantear y corregir evitando su impacto en el producto.
Las herramientas de administración de trabajo colaborativo de Bitrix24 representan un gran aporte que agiliza y optimiza los procesos de coordinación y seguimiento en trabajos colaborativos. Es así, como el líder de proyecto podrá realizar una gestión eficaz del equipo de trabajo, optimizando tiempos y detectando posibles puntos de conflicto, presentando al cliente un producto de calidad.